Sideways. "Entre Copas"

Por fin puedo ir a ver Entre Copas, la nueva peli de Alexander Payne. Con 44 años, Payne estrena su cuarta película, una comedia agridulce con muchos puntos en común con sus dos últimos films, About Schimdt y Election (desconozco el argumento de su primer film Citizen Ruth). En ellas, el prota es la clase media americana, más concretamente, aquellas personas que se sienten fracasadas y frustradas con su vida. De hecho, Matthew Broderick en Election, al igual que Paul Giamatti en Sideways, también es profesor de Instituto. Su próxima película Nebraska irá a cerca de un hombre de Montana cree que le ha tocado la lotería en Nebraska y que emprende un viaje en coche para reclamar su premio. Cuatro películas seguidas contando el mismo tipo de historias podría empezar a llamarse "obsesión" o "fijación" por el tema. Profesores de instituto, viajes en coche o autocaravanas, y sobretodo, la sensación de vivir una vida, o haberla vidido, perdiendo el tiempo.
¿Tan traumatizado quedó Payne cuando tuvo que ganarse la vida a principio de los 90 rodando películas para Playboy?, ¿Creyó entonces que su vida no sadría jamás de ese entorno frustrante?. Posiblemente, sí después de licenciarte en la UCLA como guionista tienes que hacer esa clase de cosas (que por otro lado ya quisieramos algunos).
Sideways es una excelente película que se merece cada uno de los premios que se ha llevado y que se llevará. El pulso narrativo es firme pese a algún susto de "ritmo" a la hora y media de peli (dura 124 minutos). Los actores están fantásticos (dejaos de mierdas dobladas e ir a ver la peli en V.O.) y el guión es estupendo. Payne, lejos de hacer "fruslerías" con la camara como hace Darren Aronofsky, por mencionar otro de los grandes directores americanos contemporaneos, es mucho más discreto. Nada de ángulos extraños ni montajes espectaculares, la cámara siempre está colocada sutilmente donde mejor se puede ver la acción, enfatizando únicamente las emociones de los personajes, no las del director.