Gracias a mi amigo Victor (y especialmente a su hermana y a su cuñao), a mi "company" de trabajo Joaquín Gil (que me ha cambiado un día de fiesta) y a que tengo que hacer un recado importante el lunes por la mañana, podré ver un año más los Oscar.
Este año, la ausencia de mi amigo Jose María "Willis" que se a ido a vivir a Varsovia (hay gente para todo), harán que los Oscar estén un poco huerfanos. Aunque esta vez, Javi (amigo de la escuela de cine) y Cat (una amiga americana) me harán compáñía.
Yo, como podéis ver, ya estoy atento "pa no" perderme nada. Pueden que no sean los premios mejor valorados por la gente que nos gusta el cine "de verdad" (Cannes, Berlin, Venecia, son las referencias) pero las tradiciones son las tradiciones, y tengo muchas ganas de que Clint Eastwood haga que los conservadores (esos que votaron a Bush) se revuelvan en sus casas cuando el abuelito suba a recoger el premio.
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