Alta Tensión. Haute Tension

Aunque llegan algunos films franceses a la cartelera de Barcelona, no llega ni una décima parte de lo que se estrena en el país galo a lo largo del año. Si bien es cierto que no llega toda la “cream de la cream”, si que se estrenan las mayoría de películas que tienen éxito en taquilla, incluyendo obras de arte y cine de género como es el caso de Alta Tensión. Me quedé con las ganas de verla en el último Festival de Sitges, de hecho, me quedé con las ganas de ver todas las películas que allí se proyectaron, pues no fui.
Alta Tensión es un film de terror en la que un psicópata “gabacho-rural” se ensaña con una familia y con una amiga de la hija que ha ido a pasar el fin de semana a estudiar. Más que un “slasher” al uso, el film juega con el suspense y secuencias gore bastante brutas (meras chorradillas al lado de Takashi Miike).
El film hay que verlo con las luces apagadas, un buen cubo de palomitas, y con los cinco sentidos en ella. Si te la pones a verla mientras pliegas la ropa o te planchas los calzoncillos no te gustará en absoluto. Tampoco será del agrado de nadie que crea que los directores no pueden “engañar” al espectador (como en Los otros).
El film parece tener algunos errores de guión tales como reacciones de personajes y algunas secuencias no parecen estar muy bien resueltas, pero un segundo visionado (si tenéis ganas) os hará ver muy buenos detalles.

Si eres capaz de imaginártela en moreno y sin sangre, la recordarás de Una casa de locos